Las limpiezas con productos naturales son áltamente recomendables tanto por su falta de reacciones adversas (normalmente), como por la calidad de los objetivos conseguidos.
He aquí algunos ejemplos:
Fitoterapia:
El empleo de las plantas medicinales con fines estéticos y curativos es una práctica que se ha utilizado desde tiempo inmemorial. Durante mucho tiempo los remedios naturales, y sobre todo las plantas medicinales, fueron el principal e incluso el único recurso de que disponían los médicos
Aromaterapia:
Un tratamiento de aromaterápia completo, supone una experiencia realmente satisfactoria, ya que combina los beneficios de los aceites esenciales con la atmósfera cálida y relajante de un masaje bien preparado o un adecuado tratamiento, con soluciones eficaces y al mismo tiempo, menos agresivas para el organismo.
Fangoterapia:
En el campo de la estética la arcilla o el fango se suele utilizar para tratamientos contra el acné, la celulitis y la flacidez. La arcilla es rica en sales minerales y oligoelementos